martes, 13 de noviembre de 2012

Paan y más comida


Por fin tengo las fotos y hoy os puedo enseñar que es el Paan. El paan se usa como “refrescante” bucal después de comer o de fumar. Sería como un chicle de menta para que te quede un buen sabor de boca.


Lo preparan en pequeños quioscos que encuentras casi en cada esquina. El que está cerca del restaurante donde comemos no hace más de un metro cuadrado. Y allí siempre está el mismo señor vendiendo paan, chicles y cigarrillos.


En la pequeña caseta tienen muchos botes con diferentes cosas. Te pueden preparar el paan picante o dulce. Solo lo he probado dulce, y no tengo intención de probar el picante. Coge una hoja de paan que tienen en remojo y le empiezan a añadir cosas. Primero le unta una cosa marrón que mezcla con otra cosa blanca que parece pasta de dientes. Luego le va tirando polvitos y poniendo más mejunjes.

Todo esto lo va haciendo con los dedos y como veis en la foto, no están precisamente limpios. Además para a veces para vender algún cigarrillo suelto, toca el dinero y luego vuelve al paan. Vamos, que no se pueden tener muchas manías  y no tienes que pensar mucho porque sino no te lo tomarías.
 

Cuando ya ha puesto más cosas de las que puedes recordar hace un paquetito, le pone una cosa plateada alrededor que es comestible y te lo da. La teoría es que lo tienes que mascar durante unos dos minutos e ir notando el sabor pero solo tragar la saliva, y luego lo escupes. La práctica ya es otra cosa, el paquetito es casi más grande que tu boca, lo metes en la boca y empiezas a masticar, vas notando que generas más saliva de la que puedes tragar y empiezas a reírte con el paan goteando. Al final lo acabas escupiendo en medio de la calle como hace todo el mundo a todas horas, y entonces te sientes un poco más indio haciendo lo que todos hacen.
 

Solo he pagado un paan en esa tiendecita, pero cada vez que vamos a por chicles o acompaño a alguien a comprar un cigarrillo el señor me regala un paan. Un día fue mi compañero solo y el señor preguntó por mi, porque tenía dos flores para regalarme. Al día siguiente todavía me las guardaba y me las dio.

Continuando con mis amigos de las tiendecitas de las calles. Siempre que paso cerca de donde venden maíz huele tan bien que pienso que tengo que comprar uno, pero nunca encuentro el momento. Hasta el otro día que justo bajamos a comprar algo para cenar y decidí probar el maíz. Le quise hacer una foto al fuego y el hombre y el amigo insistieron en hacerse fotos también, casi que hicimos un minireportaje. Y en medio de la calle con el flash no pasábamos muy desapercibidas.




La cena “callejera” acabó siendo un Egg Masala (huevo duro rebozado con pan y vegetales), Masala Dosa (especie de crep más gruesa y aceitosa “Dosa” con patatas, cebolla y otras cosas varias dentro) y el maíz. Soy muy fan del Egg Masala, me encanta! El maíz huele mejor que sabe, queda un poco quemado y duro, no quedó muy tierno. Todo lo que te venden en la calle te lo envuelven con papel de periodico.
 

Ya para acabar, mis ultimas compras. Quería comprar lentillas diarias de usar y tirar pero a la óptica que fui solo vendían mensuales. Un pack de lentillas mensuales para seis meses no llegó a 20 euros. Me compré unas gafas de sol sin graduación por 8 euros. Y había una enorme colección de gafas graduadas que la montura y los cristales valían 5 euros.  Y esto no es una tiendecita de la calle, es una óptica en un centro comercial que venden marcas internacionales. Creo que antes de volver voy a pasar por allí a traerme provisiones de lentillas y gafas para estrenar cada día.

 

Hoy he ido a uno de los centros comerciales más grandes y lujosos. Todo era tan lujoso y tan caro que solo me he comprado una camiseta friki. He aprovechado para comer allí con los de la oficina del trabajo y me he dado un masaje que no ha estado nada mal. Tendré que repetir!
Entre tanto trabajo no tengo mucho tiempo, pero para las noches de chicas siempre estamos preparadas!
 

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