jueves, 1 de noviembre de 2012

El primer mes


Odio los domingos. Hoy no es domingo, pero es festivo y parece un domingo. Los domingos son perezosos y aburridos, y más si llueve tanto que no es posible ni salir a la calle. Los domingos son el típico día que tienes mil cosas planeadas y luego acabas sin hacer nada, da pereza moverse y tienes demasiado tiempo para pensar.

Hoy no hay fotos, solo hay una reflexión y balance del tiempo que llevo aquí. Ya hace un mes que llegué. No se me ha hecho largo, pero me parece que hace mucho tiempo que cogí ese vuelo y empecé mi vida en India. Ahora siento que esta es mi casa, no pienso que es solo por unos meses. Simplemente vivo el día a día, haría lo mismo si me fuera en una semana que si me fuera dentro de 3 años.

Cada día conozco gente nueva y también me despido de gente a la que no voy a volver a ver más. Me enriquezco de cada persona con la que me cruzo, con cada palabra, cada risa y cada momento. No importa si es una conversación de cinco minutos o si es una persona a la que veo cada día, cada intercambio te marca aunque sea sutilmente.

Si hago balance del primer mes es muy positivo. He hecho muchas más cosas de las que me esperaba tanto en el trabajo como en el poco tiempo libre que tengo. He ido de mini-vacaciones, he salido a cenar, he salido de fiesta, he ido a una fiesta de cumpleaños, he ido de compras, he ido a la piscina, he hecho un entrenamiento de rugby, he hecho una ruta en bici, he ido en todos los medios de transporte posibles, …

Cuando todo es tan distinto a lo que estamos acostumbrados el simple hecho de escuchar una canción que conoces te hace sonreír. Te hace mirar hacia atrás y ver el camino recorrido, para luego mirar adelante y seguir caminando hasta donde haga falta. No es fácil, pero no es duro, solo hace falta mantener las ganas.

El balance es muy positivo porque de lo negativo saco lo mejor. De los problemas me llevo las soluciones, de las dificultades me llevo el esfuerzo, de las frustraciones me llevo la paciencia y del desconocimiento me llevo el aprendizaje. Irte solo a un país tan diferente te hace conocerte mucho mejor a ti mismo y te hace apreciar pequeños detalles en los que nunca antes habías reparado. Hay situaciones que me hacen conocer mis límites, ver mi resistencia y sentirme orgullosa de no rendirme  ante las dificultades. Ver que sigo sacando fuerzas para tirar hacia delante, ver que a veces tienes que dar un pequeño paso atrás para poderte dar más impulso, ver que con esfuerzo se consiguen los objetivos. A veces, tener que parar y contar hasta diez, a veces, querer gritar pero sonreír, a veces, quererte rendir y ver que tu cuerpo puede seguir adelante, a veces, comprobar que tu mente puede ser tu peor enemigo pero que cuando la controlas es tu mejor aliado.

Espero poderme llevar toda esta riqueza de vuelta. No la voy a poder meter en las maletas, solo puedo vivir la experiencia al máximo.

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