Odio los domingos. Hoy no es domingo, pero es festivo y
parece un domingo. Los domingos son perezosos y aburridos, y más si llueve
tanto que no es posible ni salir a la calle. Los domingos son el típico día que
tienes mil cosas planeadas y luego acabas sin hacer nada, da pereza moverse y
tienes demasiado tiempo para pensar.
Hoy no hay fotos, solo hay una reflexión y balance del tiempo
que llevo aquí. Ya hace un mes que llegué. No se me ha hecho largo, pero me
parece que hace mucho tiempo que cogí ese vuelo y empecé mi vida en India.
Ahora siento que esta es mi casa, no pienso que es solo por unos meses. Simplemente
vivo el día a día, haría lo mismo si me fuera en una semana que si me fuera
dentro de 3 años.
Cada día conozco gente nueva y también me despido de gente a
la que no voy a volver a ver más. Me enriquezco de cada persona con la que me
cruzo, con cada palabra, cada risa y cada momento. No importa si es una
conversación de cinco minutos o si es una persona a la que veo cada día, cada
intercambio te marca aunque sea sutilmente.
Si hago balance del primer mes es muy positivo. He hecho
muchas más cosas de las que me esperaba tanto en el trabajo como en el poco
tiempo libre que tengo. He ido de mini-vacaciones, he salido a cenar, he salido
de fiesta, he ido a una fiesta de cumpleaños, he ido de compras, he ido a la
piscina, he hecho un entrenamiento de rugby, he hecho una ruta en bici, he ido
en todos los medios de transporte posibles, …
Cuando todo es tan distinto a lo que estamos acostumbrados
el simple hecho de escuchar una canción que conoces te hace sonreír. Te hace
mirar hacia atrás y ver el camino recorrido, para luego mirar adelante y seguir
caminando hasta donde haga falta. No es fácil, pero no es duro, solo hace falta
mantener las ganas.
El balance es muy positivo porque de lo negativo saco lo
mejor. De los problemas me llevo las soluciones, de las dificultades me llevo
el esfuerzo, de las frustraciones me llevo la paciencia y del desconocimiento
me llevo el aprendizaje. Irte solo a un país tan diferente te hace conocerte mucho
mejor a ti mismo y te hace apreciar pequeños detalles en los que nunca antes
habías reparado. Hay situaciones que me hacen conocer mis límites, ver mi
resistencia y sentirme orgullosa de no rendirme
ante las dificultades. Ver que sigo sacando fuerzas para tirar hacia
delante, ver que a veces tienes que dar un pequeño paso atrás para poderte dar
más impulso, ver que con esfuerzo se consiguen los objetivos. A veces, tener
que parar y contar hasta diez, a veces, querer gritar pero sonreír, a veces,
quererte rendir y ver que tu cuerpo puede seguir adelante, a veces, comprobar
que tu mente puede ser tu peor enemigo pero que cuando la controlas es tu mejor
aliado.
Espero poderme llevar toda esta riqueza de vuelta. No la voy
a poder meter en las maletas, solo puedo vivir la experiencia al máximo.
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